"Personalmente el desarrollo de las prácticas de responsabilidad social fueron de gran aprendizaje, tanto personal como profesionalmente, ya que en el desarrollo de las prácticas he aprendido muchos conceptos nuevos acerca de lo que es el estrés, la ansiedad y la depresión. Todo lo aprendido en este proceso, contribuye a mi crecimiento como persona ya que puedo aplicar un nuevo valor como lo es la empatía con las personas que me rodean, sabiendo que muchas situaciones por las que puede estar pasando las personas en su vida, pueden generar ciertos sentimientos negativos ya sea de manera física o emocional que influyen en su comportamiento. Conociendo esto, sé que dichas reacciones no deben ser juzgadas, por el contrario se debe ayudar a la persona para qué se sienta un poco más aliviada. En cuanto a la parte profesional, estas prácticas han sido un acercamiento de lo que puede ser unas prácticas profesionales donde mi compromiso desde un inicio con la organización debe ser total para generar buenos resultados de las actividades que se propongan, de tal manera que no se retrasen los procesos, además de esto es importante tener una voz líder o una persona que guíe para que todo lo que se vaya a realizar sea de manera eficiente tal y como lo fue nuestra interlocutor en el campo de práctica. Por último, tengo la satisfacción de que todos los objetivos que se establecieron en un inicio, fueron desarrollados en su totalidad, a pesar de aquellos contratiempos como el tiempo y distancia que en algunas ocasiones impidieron los encuentros de manera presencial, sin embargo el compromiso de todo el equipo fue fundamental para poder cumplir todos los objetivos" Sonia Fernanda